Ayer habíamos quedado con las chicas para ir esta tarde al Busan Museum of Art a las 2 pm. Así que a la mañana bagueé, acomodé, bla bla (para los que estaban super curiosos que son muchísimos: sí, en Corea ¡Hay jabón blanco en pan! y lava muy bien). Así que a las 2 pm nos fuimos a comer a un lugar muy cerca de la universidad y a tomar el metro. La zona del Museo es increíble. Con muchos edificios con unas extrañas formas que hacen se vean maravillosos en conjunto y en las fotografías.
Entonces entramos en el Museo y le pregunto en inglés a la chica de informaciones qué exposiciones podíamos ver (porque me fue imposible de encontrar información sobre las exposiciones en la página web) y nos dice que no hay exposiciones ahora sino que las están preparando. Encontramos un cartel que dice Busan International Artistic Film Festival que empezaba hoy. ¡Genial! Así que fuimos (antes nos tomamos un te con unas galletitas que nos ofrecieron, porque en todos lados ofrecen cosas, parece) y entramos. Hoy era solo la presentación pero fue un lindo regalo llegar justo hoy.
Resulta que cuando fui a tirar un vasito, no encontraba dónde tirarlo (porque hay muchos basureros diferentes) y se me acerca un coreano y me enseña cuál y me pregunta de dónde soy. Cuando le digo argentina me empieza a hablar en español. Que vivió un año en Ecuador que estaba ahi con su novia (que habló dos cosas en español también). Cuando le dije qué había venido a ver al Museo me dice: la exposición de la tercera planta. JA! Así que allá fuimos. El segundo piso estaba en preparación pero en el tercero habían 8 salas (!!!!) con diferentes pinturas. Nos encantó una que eran cuadros hechos en madera con surcos y según qué lado estaba pintado a medida que te movías se revelaban diferentes colores. Increíble efecto.
Después nos fuimos a recorrer la zona y llegamos a Bexco que es un centro de convenciones gigantezco que siempre algo y sí, había una de Gingseng Rojo coreano que es el más caro y el del mejor tipo y que ni bien entrar nos atiborraron de caramelos, galletas, bebidas de gingseng. En un momento perdimos a Iwona y la encontramos. Había sido atrapada por una ajumma (señora mayor) que la había llevado para que probara estas sillas estilo mini sauna en la que entrabas descalza y tiraba calor tibio. ¡Una delicia! Como podrán deducir terminamos las cuatro sentadas chochas conversando con la ajumma.
De ahí nos fuimos a un supermercado gigante y nos aprovicionamos. Es tan entretenido ir de compras. Primero que hay muchas ajummas ofreciendo diferentes cosas para probar y la variedad es tan impresionante que se pasan las horas ahí dentro. De ahí me vine a casa. Las chicas iban a cenar juntas pero mi estómago ha estado un poquito mareado por tanto cambio de alimentación así que me vine a la cama calentita y chim pum que mañana sigue la fiesta.
El regalito fue que cuando salí del metro ¡estaba nevando! Un ratitín, como ayer pero fuer hermoso.
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